¿Qué es una cicatriz?

La cicatriz es el resultado no deseado, aunque normal, de la cicatrización, cuando la piel repara heridas causadas por accidentes, cirugía o enfermedad. Mientras más piel esté dañada, más tiempo llevará que se cicatrice, especialmente cuando se toman en consideración heridas profundas que penetran a través de la dermis hacia el tejido subcutáneo, hay más probabilidad de tener una cicatriz notable.

La manera en la que se forma la cicatriz está afectada por la edad, localización y ciertos factores genéticos. La piel más joven es más susceptible de desarrollar una cicatriz anormal, provocando cicatrices más grandes y anchas. Inicialmente una cicatriz puede aparecer roja y gruesa, y desaparecer posteriormente con el tiempo.

Las fibras de colágeno que se vuelven a formar (véase figura) no solo cambian el aspecto de la piel visiblemente: partes de la piel con tejido cicatrizal están limitadas en funcionalidad (no hay pelos ni glándulas sudoríparas) y en movimiento.

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¿Qué influye en la formación de la cicatriz?


Edad

La cicatrización es más lenta en personas mayores, mientras que en personas jóvenes la piel tiende a “sobrecicatrizar”, formando cicatrices más grandes y gruesas.

Factores genéticos-tipos de piel

La piel oscura (africana y asiática) es más susceptible de desarrollar cicatrices hipertróficas y queloides

Localización de la cicatriz

Las cicatrices sobre o cerca de músculos que son particularmente activos, como la espalda, piernas, hombros y articulaciones, a menudo se expanden o se hacen más visibles que cicatrices en localizaciones menos activas.

Infecciones o complicaciones

La infección de una herida puede aumentar las probabilidades de desarrollar una cicatrización anormal.

Referencias:

1. English RS, Shenefelt PD. Dermatol Surg 1999; 25:631-638
2. Brissett AE, Sherris DA. Facial Plast Surg 2001; 17:4
3. Bayat A et al. BMJ 2003; 326:88–92